¿Qué debo tener en cuenta para el cierre del ejercicio?

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Acabamos de presentar cuentas anuales y en este ejercicio tan atípico toca pensar en el ejercicio siguiente, pues diciembre es clave para ciertas decisiones.

El ordenado empresario debe tener en cuenta una serie de cuestiones de cara a reflejar la imagen fiel de su empresa y patrimonio tal y como exigen las normativas mercantil y contable. A saber:

  • En la estructura de inversiones o activo empresarial:
    • Valoración económica de la depreciación del inmovilizado empresarial y la amortización asociada
    • Valoración de las existencias
    • Revisión de clientes y deudores varios de cara a su aprovisionamiento
    • Operaciones vinculadas con socios, tanto en activo como pasivo
  • En la estructura de financiación o pasivo empresarial:
    • Fondo de maniobra
    • Relación de proveedores con saldo vivo
  • Valor del patrimonio:
    • Cuentas actualizadas con aportaciones estimadas de socios, debidamente sustanciadas con documentos sociales aprobados en junta y elevados ante notario a registro público
    • Debemos analizar el valor de los fondos propios para evaluar si estamos ante la situación de una empresa en crisis.  (Ver causas de concurso y disolución)

¿Por qué sería tan relevante una información fidedigna?

Información para bancos, clave para generar la confianza necesaria en la negociación de financiación, que posiblemente en los próximos meses habrá que realizar.

Responsabilidad ante la firma. Una información contable alterada y que no refleje la realidad contable, puede derivar, en caso de concurso, a la apertura de la sección sexta y dar lugar a una calificación culpable del mismo.  Incluso en el escenario de llevar a cabo un concurso voluntario a instancias del empresari@.

Acceso a ayudas según ratios exigibles en convocatoria

Responsabilidades ante irregularidades de la información contable, incluso derivando en querellas criminales o denuncias penales. ¿Y en este ejercicio 2020? Debemos tener en cuenta los reflejos contables derivados de la situación de COVID-19, contemplando las pérdidas, las subvenciones y los hechos contables como ERTES que proceden tener su registro en la contabilidad de la empresa, entre otros aspectos relevantes a considerar.

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